(Este artículo vale para toda institución o grupo humano, no sólo para los Scouts)
Luego de que mi hijo fuera designado como Guía de Patrulla, le “regalé” (presté, en verdad, espero que me lo devuelva!) uno de los libros que fueran mis favoritos hace muchos años: el Manual del Guía de Patrulla. ¡Cuántas veces pasé dichas hojas, sacando ideas para hacer de mi patrulla la mejor! Mi hijo lo abrió con cierta solemnidad, como si se tratara del diario de Indiana Jones… (no el de Bridget Jones!)
Cuando llegó a las últimas páginas, descubrió que los colores propuestos para su patrulla Lobos no correspondían a los que tenía el bordón que había recibido. Entonces fuimos a comprar lija y pintura. Mientras que él buscaba las brochas en la casa, yo dejé el bordón en el piso por un momento; y cuando regresó me dio un escandaloso grito: “CÓMO DEJAS EL BORDÓN EN EL PISO!!!”.
Según él, sus jefes le habían dicho que el bordón no podía tocar el suelo y que le bajarían puntos si eso ocurriese. Entonces le pregunté:
– Y si no puede tocar el piso…. ¿cómo armas una camilla?
Fue gracioso porque me daba respuestas como que la camilla se podría armar con los bordones suspendidos en el aire…
Acto seguido, le dije que hiciera marcas cada 10 cms. Entonces lo vi en una posición incómoda con el bendito bordón sobre las piernas, y marcando a veces bien, a veces mal. Una vez más le insistí que pusiera el palo en el suelo e hiciera bien la medición. Y nuevamente me replicó que no se puede dejar el bordón en el piso.
Ok.
Con muuuucha paciencia (para evitar llamarle la atención) me levanté de la silla y me lo llevé a la biblioteca moderna: el internet. Pero no buscamos en cualquier sitio: fuimos a leer Escultismo para Muchachos y gracias al google encontramos rápidamente la cita :
“El Bordón Scout es un aditamento útil del equipo Scout; personalmente, lo he encontrado de valor inestimable al atravesar las montañas, caminar por terrenos y especialmente en trabajos nocturnos en el bosque, o entre la maleza. Por otra parte, si se graban en él signos que representan otros tantos eventos, el bordón, gradualmente, se convierte en un registro y un tesoro para el Scout.
El bordón Scout es un palo fuerte, de más o menos la altura de vuestra nariz, graduado en centímetros y decímetros para poder medir.
El bordón es útil para multitud de cosas tales como construir una camilla, conservar a raya una multitud, saltar una zanja, medir la profundidad del río y conservarse en contacto con el resto de la Patrulla, en la oscuridad. Si sostenéis el bordón con ambas manos horizontalmente, podrá servir de escalón a otro Scout que desee escalar un muro alto y quien a su vez os podrá tender la mano desde arriba.
Varios bordones podrán servir para construir un puente ligero, una cabaña o un mástil. Existen muchos otros usos para el bordón…”
(Escultismo para Muchachos, Cap. 1 Fogata 3)
Como ven, no hay nada que diga que está prohibido poner el bordón en el suelo. Al contrario: si es multiusos, alguna vez tendrá que tocar el suelo…. y no creo que B-P salga de su tumba para castigar al Guía de Patrulla por el resto de la eternidad.
Al día siguiente fui a comprar el material para hacer su banderín (que en su grupo no suele ser de tela, sino de un material similar al cuero). Previendo que en algún momento tendría que separar banderín de bordón, le pregunté si estaba de acuerdo con que le hiciera unos agujeros con ojalillos de metal, para así amarrarlo al bordón con pitas y no tener que clavarlo con chinches, como han hecho otros guías. ¿Para qué querría sacar el banderín de su sitio? me preguntó, a lo que respondí que alguna vez podría ensuciarse al colocarlo en el suelo, y que luego sería más fastidioso tener que limpiar el banderín….
Ah…. ¡mi hijo es tan elocuente sin palabras! ¿O será que yo soy una bruja y adivino el pensamiento? Me miró como diciendo: “Mami, ¿qué parte de NO SE PUEDE PONER EL BORDÓN EN EL PISO no has entendido?”.
Por supuesto: para un chico de 12 años, sus Jefes y los puntajes valen más que lo que haya dicho el mismo fundador del Escultismo. Así que algunos días después conversé con el Jefe de Tropa, quien se manifestó muy asombrado con esto de que le bajarían puntos, ya que no sería él quien lo haría; de hecho, dijo lo mismo que yo: “Entonces cómo podría hacer una camilla?”. Aparentemente no es él, sino otros jefes los que han tenido esa idea de que el bordón es prácticamente un palo sagrado. Y sospecho que esa idea no es original de ellos, sino que la aprendieron en su época Scout con los jefes anteriores.
O sea: se ha convertido en una especie de tradición.
Las tradiciones deben servir para mantener la identidad de las personas: es bueno y muy necesario saber quién es uno y dónde pertenece, para así poder caminar orgulloso de su grupo mirando HACIA ADELANTE. Si la tradición mueve así a las personas, entonces está bien. Si, por el contrario, lo único que logra es un estancamiento, un retroceso, un perjuicio en las personas o el grupo…. entonces valdría la pena evaluar si realmente es una tradición, y si acaso justifica su existencia.
B-P quiso hacer un movimiento de jóvenes prácticos, siempre listos. Por eso el mismo uniforme ha de ser práctico: de hecho, él menciona que la camisa (de manga larga) se lleva con las mangas remangadas, para tener más libertad en los brazos. Literalmente indica que así estamos prestos para cumplir con nuestro lema y que “sólo se las desenrollan cuando hace mucho frío o cuando el sol les puede quemar los brazos”.
Lo mismo juega para la pañoleta: debe ser útil. Así que eso de que la pañoleta es sagrada y no puede tocar el piso, es un absurdo. Si con ella, que es el símbolo de haber hecho la promesa, se puede hacer vendajes, colocarla en el piso para algunos juegos, ponérsela en la cabeza, etc. tanto más el bordón ha de ser un instrumento útil , sin que implique quitarle puntos a la patrulla.
Y si hago énfasis en esto de los bordones y pañoletas, más quisiera hacerlo refiriéndome a las tradiciones que involucren a las personas. Concretamente me refiero a la forma en que se trata a los chicos. Y voy con un ejemplo no scout:
Hace muchos años un amigo fue “levado”. Esto quiere decir: fue reclutado por el ejército a la fuerza: desapareció, no le dejaron avisar a la familia, y de la noche a la mañana se lo llevaron al cuartel en una zona terrible, donde había terroristas. Y mientras estaba ahí en el cuartel, muerto de miedo e incertidumbre, le robaron varias pertenencias, entre ellas, sus zapatillas nuevas. ¿Quiénes habían sido? Sus mismos jefes. Porque es tradición que a los reclutas nuevecitos se les quite todo, así como les pasó a sus superiores cuando ingresaron al ejército.
Un Scout que ha sido maltratado (con insultos, burlas, o hasta con golpes) y que a pesar de ello haya decidido seguir adelante en el movimiento, para luego convertirse en dirigente, NO DEBE REPETIR los errores que otros hicieron con él. No encuentro justificación alguna cuando un dirigente (o un rover a quien se le ha dado atribuciones de jefe) se propase con los chicos, gritoneándoles sin razón, insultándoles, golpeándoles, o tomando decisiones que afecten la salud de los mismos (como por ejemplo, obligarlos a embutirse la comida cuando ya-no-se-puede-comer-más).
Por eso considero muy importante que los dirigentes, tanto los nuevos como los que ya llevan años, tomen cursos de formación. No es tanto para obtener una insignia o un certificado, sino que deben darse cuenta de que tienen en sus manos a jóvenes… personas que pueden salir peleadas con el escultismo, o mucho peor, deformadas en su personalidad, tan sólo por una burla, una prepotencia, una mala decisión de quienes dicen ser dirigentes. En cuanto a los Rovers, deben conocer muy bien cuál es su papel. He visto muchachos que creen que porque se les presta el silbato un momento, comienzan a aprovecharse de los chiquillos tratándoles a lo bruto …. porque así fueron tratados ellos por los rovers anteriores.
(Otro día hablo de los Rovers, ok?)
Cierro el tema: Tradiciones. Creo que vale la pena que la jefatura de un grupo se reúna, dialogue sobre sus tradiciones, las oficiales y las no oficiales, y vea si realmente es necesario mantener tal o cual. Y de repente crear alguna nueva tradición que contribuya a reforzar la identidad del grupo y a mejorar a las personas que lo integran. Porque nunca hay que olvidarse: Los Scouts no son un club de juego para un momento…. sino una organización para formar jóvenes;no para deformarlos.