El dirigente “ideal”

Después de muuuuuchos años, por ciertas circunstancias que hoy no voy a mencionar, ¡volví a meterme en el “Gran Juego”!: con unos nuevos amigos (léase: padres de familia a quienes recién conocía) decidimos abrir un grupo scout para nuestros hijos – que ya venían participando en el movimiento desde varios años antes.  Así que luego de un par de meses de andar buscando patrocinador, el 30 de agosto del 2014 tuvimos la primera reunión de nuestro Grupo Scout, Miraflores 51, bajo el auspicio del Colegio Sta. Rita de Casia.

IMG_5417Desde esa fecha hasta hoy, hemos contado con dirigentes de lo más variados: padres de familia que nunca antes habían sido scouts, otros que sí; jóvenes adultos y adultos con espíritu joven; profesionales, estudiantes y también gente free-lance; dirigentes de la vieja escuela (de antes de las reformas del proyecto educativo) y dirigentes que no conocen otra cosa que lo nuevo.  No todos han seguido participando como dirigentes, por diversos motivos (principalmente laborales) pero sí podemos afirmar que todos han dado lo más que han podido en su momento, y por eso les estamos muy agradecidos.

Desde nuestra experiencia en estos pocos años de vida del grupo y pensando en aquellos dirigentes y en los actuales, me animo a lanzar algunas características del dirigente ideal:

  • Conoce la Promesa y la Ley Scout. Perdón: se las sabe de memoria, y sobre todo, trata de ajustar su vida diaria a ellas. Pongo esta característica en primer lugar, pues es – creo yo – la más importante para cualquier persona que pretenda dirigir a chicos scouts: se predica con el ejemplo. Dentro de esta característica del dirigente ideal incluyo temas concretos, como el respeto que ha de tener a sus chicos, a los padres y los co-dirigentes (“el Scout es cortés”),  la conducta correcta dentro y fuera de las reuniones, el uso limpio y responsable de las redes sociales  (aun sin tener como contactos a los chicos),  conocimiento y vivencia auténtica de su fe, espíritu de solidaridad, ganas de superación, una vida saludable, etc.
  •  Tiene un alto sentido de compromiso: Sabe que la tarea de ser dirigente scout exige mucho tiempo, esfuerzo y recursos materiales. Y a pesar de tener sus propios asuntos personales o laborales, no deja de lado sus responsabilidades de dirigente.
  • Es adulto no muy mayor pero tampoco muy joven: No muy mayor, pues lógicamente el trabajo con los chicos requiere esfuerzos físicos y mentales (a veces esfuerzos sobrehumanos para tener mucha paciencia con las nuevas generaciones!). Tampoco debería ser muy joven, sino con algunos años de experiencia de vida. Una persona con apenas 22… 23 años está comenzando a ver el mundo, necesita tiempo para organizar sus temas laborales (o aún de estudios) u otros temas personales. Por supuesto, siempre habrá excepciones a esta “regla”.
  • Es profesional y cuenta con un trabajo estable: Un dirigente que anda obteniendo un “cachuelo” por aquí a veces, otras veces sin un cobre en el bolsillo…. va a tener preocupaciones fuertes que no le van a permitir concentrarse en el trabajo con los chicos. Por supuesto que quienes trabajan no siempre tienen mucho tiempo libre, pero organizándose bien, pueden hacer un buen balance entre su vida scout y su vida “civil”.  Y en cuanto a aquéllos que son adultos, solteros y que no trabajan ni hacen esfuerzos por conseguir trabajo… bueno, eso dice mucho de su persona, y no creo que sean un buen ejemplo para los muchachos.
    Por cierto, dejo la aclaración de que estoy incluyendo entre los “profesionales con trabajo estable” a las madres (o también padres) de familia que se dedican a la crianza de sus hijos y a la conducción de su casa! Esto ya es un nivel de responsabilidad bastante alto (aunque no remunerado).
  • Es Padre/madre de familia:  Definitivamente los que tienen hijos, tienen un PLUS con mayúsculas. El ser padre o madre da un conocimiento muy rico de cómo tratar con los niños y jóvenes. Además, es notorio el mayor cuidado que ponen sobre los chicos, pues de alguna manera los ven como si fueran sus propios hijos. (Nota: esto es en general. Hay casos excepcionales de papás o mamás que son super irresponsables, inútiles, etc. respecto a la crianza de sus niños.)
  • Participó en el movimiento Scout/Guía durante su niñez, adolescencia o juventud: Esto también añade un PLUS al dirigente, pues ya tiene una idea de cómo funciona el movimiento. Aunque debo precisar que las experiencias vividas en el pasado, no necesariamente han sido las mejores muestras. Por ejemplo, hay dirigentes “cachacos” que gritonean a los chicos, porque así les gritonearon a ellos cuando fueron jóvenes.  O hay dirigentes de manada empíricos que jamás usan el ambiente de fantasía, porque sus propios Viejos Lobos no hicieron lo propio años atrás.
  • Posee una personalidad que le permita bromear, pero al mismo tiempo trabajar en serio; que sea capaz de ver las cosas en su conjunto y a la vez fijarse en los pequeños detalles; que siempre esté dispuesto a aprender; que tenga un espíritu crítico (no criticón) y que por lo mismo, sea capaz de reconocer sus errores y corregirlos; una personalidad que lo mueva a dialogar, a escuchar al otro, para poder buscar juntos los mejores caminos. En el fondo, esto de la personalidad nos lleva de vuelta al primer punto, que es el de ser coherente con la Promesa y la Ley Scout.
  • Es creativo: Puede inventar con facilidad actividades que respondan a un objetivo planteado. Se las ingenia para resolver situaciones imprevistas.  Es capaz de hacer variaciones a un juego tradicional para hacerlo ver como algo completamente nuevo.  Y en el caso de ser dirigente de manada: ¡es hábil para inventar historias!
  • Tiene condiciones de líder: tiene buena presencia (ante chicos o grandes), sabe organizarse y organizar a otros, es motivador, da el ejemplo con sus propios actos, no necesita gritonear a los chicos para hacerles funcionar (claro, esto también depende en gran medida de los chicos mismos), no se esconde ante las adversidades sino que las enfrenta, asume sus responsabilidades, es claro al hablar, da confianza.
  • Canta, inventa barras… y mejor si toca guitarra para poner ese “feeling” en los campamentos. Está siempre en búsqueda de nuevas canciones para llevar a su grupo. Y aunque sea desorejado, da el ejemplo a sus chicos de tener buen ánimo cantando.
  • Tiene una pareja Scout, o está en camino de convencerla 😉 . Ciertamente esto no es fácil… por eso lo pongo como un “ideal”. Las cosas son más sencillas cuando ambos cónyuges son dirigentes y están involucrados en la dinámica del grupo scout.  No hay comentarios venenosos como: “claro, otra vez te vas con tus scouts”.
    Por supuesto que también hay personas no scouts, que sin embargo son comprensivas y apoyan la labor de su cónyuge/pareja – pero la apoyan de verdad, lo que significa que de vez en cuando están dispuestas a asistir con su presencia o su trabajo en alguna actividad.  Esto también es positivo. (Y mejor cuando terminan involucrándose tanto, que terminan enamorándose de nuestro estilo de vida !).
  • Para terminar, les doy un Extra Bonus: (medio en broma, medio en serio) añado dos rasgos que le dan otro plus al dirigente “ideal”:  ¡Tiene movilidad propia y posee recursos propios! Definitivamente contar con dirigentes que pueden apoyar con su movilidad para traer material, o para comprar los víveres, o para llevar a un chico de emergencia a la clínica, o para apoyar en el transporte de los lobatos… es una gran cosa!  Y en cuanto a tener recursos propios, comienzo con el pequeño detalle de tener computadora e impresora en casa: ¡cuántas veces terminamos imprimiendo material para la reunión! (Imposible discriminar con exactitud cuánta tinta usamos para el grupo y cuánta para nuestras cosas personales, como para pasarle la cuenta al grupo scout). Y por otro lado, está  la “triste” realidad de las veces que terminamos poniendo algo de nuestro bolsillo para que la actividad no falle. Cierto: esto no debería suceder… ¡pero pasa hasta en las mejores familias!   Lo importante es que el programa siga fluyendo sin problema, y por eso es una maravilla cuando hay dirigentes con un par de monedas (o billetes) en el bolsillo para prestar en el momento.  Ah! Y me olvidaba de un recurso adicional: en el caso de que el Grupo Scout no posea local propio, es una bendición contar con un dirigente que viva muy cerca del punto de reuniones en una casa o departamento con algo de espacio…. de modo que se pueda almacenar ordenadamente los materiales del grupo ahí, y no deban estar repartiéndose entre las casas de fulano, mengano y zutano.  ¡Claro, mejor si es un caserón para almacenar los palos para hacer construcciones!  (Aunque siempre la mejor opción será que el patrocinador conceda un local al Grupo Scout…. o que algún benefactor se gane la lotería y compre y ceda una casita cercana al punto de reuniones… Mmm… creo que es mucho pedir).

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Ahora bien, como digo, son algunas características del dirigente ideal… es decir que difícilmente encontraremos alguien que cumpla con tooooodos estos rasgos (aunque no imposible).  Lo importante es que nosotros, como dirigentes, tratemos de hacer nuestros aquellos rasgos que estén dentro de nuestras posibilidades (por ejemplo: el aprender/vivir  la Promesa y la Ley …. o el mejorar nuestra capacidad de compromiso… o el aprender a escuchar al otro y a trabajar en equipo….).  Sólo así, siendo mejores dirigentes, podremos formar mejores chicos y chicas.  Y en consecuencia, sólo así, siendo mejores dirigentes, podremos cumplir con el objetivo último del movimiento: que es construir un mundo mejor.

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