Acerca del uniforme

Cuando BP creó el uniforme scout, se inspiró en un cuerpo especial del ejército formado por él. Se trataba de ropa cómoda y práctica, que permitiría estar siempre listos ante cualquier circunstancia. A lo largo del tiempo, y de acuerdo al clima de cada país (y los gustos de sus dirigentes) el uniforme ha ido cambiando. Pero en principio, el criterio de practicidad se mantiene.

Para los que no saben, hubo un tiempo en que nuestras tres ramas tenían uniformes diferentes, probablemente para estimular a los chicos a seguir adelante rumbo a la siguiente rama. De pronto alguien tuvo la “genial” idea de unificar las camisas, de manera que ahora podemos confundirnos al ver un lobato superdesarrollado y pensar que es un scout, o a un rover raquítico que podría pasar como scout también. Ciertamente existen las insignias, pero a ver quién se toma la molestia de estar observádolas durante algunos segundos para saber a qué rama pertenece el portador de las mismas.

¿De repente hicieron esto con el fin de que las familias ahorrasen? Posiblemente…. pero yo creo que esto fue una más de la influencia que solemos recibir de otras entidades supranacionales.

Por ahí nos han tomado el pelo con que la camisa nos hace ver como microbuseros… claro que antes los scouts usaban mucho gris (que junto al plomo rata del uniforme escolar era bastante triste). Y los dirigentes parecíamos policías con nuestra camisa color beige/khaki – de no haber sido por el pantalón o la falda marrón. Honestamente: prefiero un color llamativo para las camisas de los niños, pero para la mía me quedo con el khaki.

Claro, hay otras asociaciones más “modernas”, donde han elegido colores fuertes para los chicos. Por ejemplo en Holanda, los Castores usan camisas rojas, los Lobatos unas verdes claro, los Scouts usan beige, los Exploradores unas de color ladrillo… Y me parece que los dirigentes de cada rama llevan el mismo color de camisa que sus chicos y chicas.

Por cierto, hablando de uniformes extranjeros, ¿se han puesto a pensar lo pesadas que han de ser las camisas de los gringos? No me refiero a la tela, sino al peso que le aumentan todos los parches que les cosen (en los hombros, en las solapas de los bolsillos, en los bolsillos mismos, etc.) Es lindo tener insignias en el uniforme, pero no hay que exagerar, no?

Bueno. Volviendo al terreno nacional, podría seguir hablando (o rajando?) del uniforme que tenemos actualmente, como que si bien cae perfecto con los jeans, al mismo tiempo es muy fácil de encontrarle manchas de tierra, cosa que pasaba piola con la camisa beige, o hasta con la gris de los scouts. Podría hablar del actual círculo bordado en la manga, frente a la antigua insignia rojiblanca de “Scouts del Perú”… Pero no. Quiero pasar al punto que motivó este artículo.

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Hace muuuuuuuuuchos siglos cuando asistí a un curso de formación, tuve la genial inspiración de llevar – además de mi uniforme – unos pantalones. Por cierto, como era ya mucha cosa llevar dos pares de zapatos (unos para la falda y otros para vestir con el pantalón), decidí superar el roche y me puse medias y zapatos marrones con suela de goma. ¿Por qué hice esto? Simple: en todo curso hay dinámicas, hay que correr, sentarse en el suelo y muchos otros ejercicios físicos. Así que para facilitarme la vida, llevé ropa cómoda para moverme a mis anchas, y la falda para las sesiones, puesto que el curso exigía “uniforme”. Demás está decirles que muchas de las dirigentes que llevaban el curso conmigo me felicitaron por la originalidad, y ya estaban pensando en hacer lo mismo para el próximo curso.

Sin embargo llegó la sesión acerca del uniforme. No voy a poner el nombre de la persona que dictó dicha sesión, porque tal vez se pique con el recuerdo…. al menos esa vez se picó. Pero vamos! fue hace tanto tiempo, que hasta se debe haber olvidado.

Decía que estábamos en la sesión que trataría acerca del uniforme. Y esta persona habló más o menos así:

– Para las mujeres el uniforme consiste en blusa beige, falda marrón, pañoleta y zapatos marrones, pero no como los zapatones y las medias que tiene Bettina.

Por supuesto que todo el mundo se volteó a mirarme… algunos para burlarse, quizá. La socarrona sonrisa de mi atacante me molestó. ¿Era necesario mencionarme en su comentario? ¿Y para colmo con cachita? Mala suerte para esta persona, pues sentí que debía defenderme y sacarme de encima las risitas y los murmullos.

Y esto fue lo que dije desde mi silla, con toda tranquilidad y firmeza en la voz:

– Cuando Baden Powell inventó el uniforme scout, pensó en algo práctico. La falda y los tacones no son prácticos en un curso donde se va a correr, o donde uno va a tener que sentarse en el piso. Yo sólo estoy siguiendo la idea de practicidad de BP. Y si eso no te gusta, no puedo hacer nada.

Claramente sentí el cambio de los demás hacia mí: un rápido paso de la burla a la admiración.

En cuanto a la persona que ocasionó todo el roche, se quedó boquiabierta un par de segundos, “indignada” por mi respuesta. Ya ni recuerdo lo que replicó a continuación, pero era una cierta mezcla entre “¿Cómo te atreves?” y “Ya vas a ver”.

Pero yo ya no tenía nada que temer. Sonriente – y ahora respaldada por los demás cursantes – agarré mi lapicero y dije como si nada hubiera pasado: “¿podemos continuar la sesión?”